El Reino de las Sombras. Un lugar oscurecido por el Terrárbol.
Donde la diosa Marika pisó por primera vez.
Una tierra purgada en una batalla olvidada.
Incendiada por la llama de Messmer.
Fue a esta tierra a la que Miquella partió.
Se despojó de su carne, de su fuerza, de su linaje.
De todo lo dorado.
Y ahora, Miquella espera el regreso de su Señor prometido.